Sartenes de hierro fundido, antiadherencia sin recubrimientos
Siguiendo los consejos para tener un buen equipamiento en nuestra cocina hoy hablaremos de las Sartenes de hierro fundido, antiadherencia sin recubrimientos.
En casa tenemos alguna pieza y la verdad es que son una maravilla. Merece la pena la inversión y los cuidados que tienen que tener. Además del peso, que se nota y mucho también.
Para poder tener las ideas claras respecto a este utensilio que tanto te gustará cuando lo pruebes, lo primero que vamos a hacer es esta comparativa.
La característica fundamental de estas sartenes es su antiadherencia que las convierte en la opción más saludable y duradera para la preparación de los alimentos y que además (Al revés de otros materiales que se van perdiendo con el tiempo) en el hierro fundido se va incrementando con el uso y el tiempo.
Todo ello debido a que el hierro va asimilando las grasas y refuerza la antiadherencia.
Hay quien se queja de la oxidación de este material. Dicho problema se soluciona con la novedad que presenta una variante que va esmaltada o vitrificada en la que se añade una capa cristalina que evita tal oxidación.
Al principio, tras adquirir una de estas piezas, hay que hacerle una "cura" es decir, hay que calentarla varias veces según recomiende el fabricante para abrir sus poros y que se hidrate con los aceites, se engrase. Actualmente hay muchos modelos que ya vienen curados de fábrica pero insisto, este efecto antiadherente se va aumentando con el tiempo, a más uso, mejor será su rendimiento.
Algunos fabricantes recomiendan hacer dos curas al año poniendo una capa de aceite en la sartén y calentándola en el horno a 200º Está claro que hay que cuidarlas, secarlas muy bien después de cada lavado pero si estas sartenes sobreviven a modas, será por algo por lo que las llaman las "sartenes de toda la vida"
Normalmente son piezas que están hechas sin ninguna unión, se realiza la pieza de una vez.
Se pueden utilizar en cocinas de gas, vitrocerámicas, inducción, podemos ponerlas en el horno e incluso podemos usarlas sobre unas brasas al aire libre. (Recordamos escenas de películas del oeste en las que las sartenes salían cuando preparaban sus almuerzos en las acampadas)
Los errores más comunes que se cometen y que pueden poner en peligro la durabilidad de la sartén son:
- No hacer bien la cura inicial
- No es necesario usar el fuego más grande o a máxima potencia. Una vez caliente la sartén con un poco de paciencia, cocinará a la perfección ahorrando así la energía que usemos. Además será mejor para la sartén.
- Por supuesto, como están hechas de una única pieza NO debemos coger el mango sin protección, estará a la misma temperatura que el interior donde estamos cocinando. Mucho cuidado con esto.
- Hay que limpiarlas después de cada uso y no hay que hacerlo con elementos afilados. Una esponja suave será más que suficiente.
- No se deben dejar a remojo y hay que secarlas perfectamente después del lavado.
- Es recomendable engrasar la sartén aunque la usemos con frecuencia.
Espero que os sea de utilidad la información y que os animéis a adquirir alguna, os recompensará.
-
Son las mejores sin duda, una pequeña inversión para toda la vida.
Gracias por la comparativa , siempre viene bien:)
-
Van de maravilla, para mí son las mejores para cocinar
-
Interesante post, muchas gracias
-
Gracias por el post. Hay que invertir en calidad.
-
Geniales todos esos consejos!!! Gracias.
-
Que interesante.
-
Buenísimas sartenes las de hierro y muy duraderas! Me tomo nota de tu recomendación! Gracias!
-
Van genial las sartenes de hierro fundido y como dices, si sigues una serie de recomendaciones te van a durar un montón de años.
8 ¿Quieres comentar la receta?
Deja una respuesta
Te pueden interesar: