Aceite de oliva: propiedades y beneficios
¿Te gusta el aceite de oliva? Seguro que sí, porque es uno de los ingredientes más usados en la cocina mediterránea y tiene un sabor delicioso. Pero, ¿Sabías que el aceite de oliva también tiene muchas propiedades y beneficios para tu salud? En este post te voy a contar todo lo que necesitas saber sobre este oro líquido y cómo aprovecharlo al máximo.
El aceite de oliva es un producto natural que se obtiene al prensar las aceitunas, que son los frutos del olivo. Hay diferentes tipos de aceite de oliva según el grado de acidez, la calidad y el proceso de elaboración. Los más comunes son:
- Aceite de oliva virgen extra: es el de mayor calidad y pureza, ya que se obtiene solo con medios mecánicos y sin ningún tratamiento químico. Tiene un sabor y un aroma intensos y una acidez menor al 0,8%.
- Aceite de oliva virgen: también se obtiene solo con medios mecánicos, pero tiene una calidad inferior al virgen extra. Su sabor y aroma son más suaves y su acidez puede llegar hasta el 2%.
- Aceite de oliva: es el resultado de mezclar aceite de oliva refinado (que se somete a procesos químicos para eliminar impurezas) con una pequeña cantidad de aceite de oliva virgen. Tiene un sabor y un aroma neutros y una acidez menor al 1%.
El aceite de oliva tiene muchos beneficios para tu salud, ya que es rico en ácidos grasos monoinsaturados, antioxidantes, vitaminas y minerales. Algunos de estos beneficios son:
- Protege tu corazón: el aceite de oliva ayuda a reducir el colesterol malo (LDL) y a aumentar el bueno (HDL), lo que previene la formación de placas de ateroma en las arterias y reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares como infartos o anginas de pecho.
- Mejora tu digestión: el aceite de oliva favorece la secreción de bilis y enzimas digestivas, lo que facilita la digestión y previene problemas como el estreñimiento, las úlceras o la gastritis.
- Fortalece tu sistema inmunológico: el aceite de oliva contiene antioxidantes como la vitamina E, el betacaroteno o los polifenoles, que protegen a las células del daño causado por los radicales libres y refuerzan las defensas del organismo frente a infecciones o enfermedades.
- Cuida tu piel y tu cabello: el aceite de oliva hidrata y nutre la piel y el cabello, previniendo la sequedad, las arrugas, las irritaciones o la caspa. Además, tiene propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes, por lo que ayuda a curar heridas, quemaduras o eccemas.
- Previene el envejecimiento: el aceite de oliva retrasa el proceso de envejecimiento celular, ya que combate el estrés oxidativo y mejora la elasticidad y la firmeza de la piel. También previene enfermedades degenerativas como el alzhéimer o el parkinson.
Para aprovechar todos estos beneficios, lo ideal es consumir entre dos y cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva al día, preferiblemente en crudo y en ensaladas, tostadas o aliños. También puedes usarlo para cocinar, pero ten en cuenta que al calentarlo pierde parte de sus propiedades. Por eso, te recomiendo que uses aceite de oliva virgen extra para consumir en crudo y aceite de oliva para cocinar.
Espero que te haya gustado este post sobre el aceite de oliva y que lo incorpores a tu dieta si aún no lo has hecho. Recuerda que es un alimento saludable, natural y delicioso que te aportará muchos beneficios.
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AOVE el oro líquido del mediterráneo. Buena información.
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