
Buñuelos de viento

Un dulce tradicional para la festividad de todos los santos o para Semana Santa son los Buñuelos de viento, se preparan rápido y son un bocado riquísimo tal cual o rellenos de lo que quieras.
Si los quieres rellenos, una vez fríos puedes abrirlos y ponerles crema pastelera, nata montada, dulce de leche o chocolate. Esto si elijes la versión dulce pero si no le pones azúcar a la masa puedes rellenarlos de salado como por ejemplo una cucharadita de ensaladilla rusa o de paté de gambas o de lo que más te apetezca en cada momento, solo tienes que cortarlos por la mitad para que te sea más fácil.
Puedes aromatizar la masa con anís, ralladura de naranja o canela para darles un toque especial.
Dulces para Semana Santa o para cuando tú quieras:
- El mejor arroz con leche que puedas probar
- Las clásicas natillas de vainilla con su galleta o unas deliciosas natillas de chocolate
- Teresitas de arroz con leche
- Buñuelos de naranja y yogur
Raciones: una bandeja grande dependiendo del tamaño
Tiempo: 30 minutos
Dificultad: Media
Ingredientes para elaborar la receta:
- 125 gr de harina de trigo
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250 gr de agua
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50 gr de mantequilla
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1 pizca de sal
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1 cucharada de azúcar (si los vas a rellenar de dulce o a comerlos solos)
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3-4 huevos (según absorba la masa)
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ralladura de limón
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aceite para freír mejor de girasol y si no, un oliva muy suave
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azúcar para espolvorear y puedes mezclarlo con canela
Preparación de los Buñuelos de viento:
Preparar la masa choux:
- En una cacerola, calienta el agua con la mantequilla, la sal y el azúcar (si la usas).
- Cuando rompa a hervir, añade toda la harina de golpe.
- Remueve enérgicamente con una cuchara de madera hasta que se forme una masa que se despegue de las paredes.
- Cocina un minuto más para que se evapore el exceso de humedad.
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Retira del fuego y deja templar un par de minutos.
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Agrega los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada uno que vas agregando. La masa debe quedar espesa, pero suave y algo elástica. Si está demasiado densa, puedes añadir un cuarto huevo o parte de él.
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Calienta abundante aceite en una sartén profunda a fuego medio-alto (unos 170-180 °C).
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Con dos cucharitas o una manga pastelera, ve echando porciones pequeñas de masa al aceite (se inflan mucho).
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Fríe hasta que estén dorados y floten. Se darán la vuelta solos, pero ayúdalos si no lo hacen.
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Saca los buñuelos y colócalos sobre papel absorbente.
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Pásalos por azúcar solo o mezclada con canela cuando aún estén tibios.
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